viernes, 29 de abril de 2011

...

Me duele que te duela tanto
me duele ser tan ingenuo
como para intentar entender tu dolor.
como si de algo sirviera
como si la vida dependiera de eso
de entender...



Me duele que no estés
me duelen las historias que ahora cuelgan  en la hamaca
fotografías que comienzan a teñirse en pasado sepia

Me duele tu dolor doliéndote en el cuerpo
me duele esa instantánea vejez hirsuta
que mi decisión de retirada te provoca
los surcos que tu rostro forma
para fluir tu llanto
me duelen tus ultimas palabras
de tus ojos grandes para llorarme tanto
me duelen tus manos de niña
tu voz cálida, el recuerdo de la forma en que caminas
me da tristeza ese jugo que dejaste
a medias, la envoltura de ese panecillo que
engulliste triste

Me duele la garganta como cuando era niño
y no era capaz de enunciar palabra
me duele este llanto atragantado
este temblor sin lágrima
ahora soy un alíen que camina sin casa
el auto exilio del país que creamos juntos
me quedo con tu honestidad brutal
que llega al borde donde la dignidad se pierde
tu desnudez hasta el nervio
tanta víscera mezclada con amor y desencanto

tengo la derrota en los pasos
ahora los caminos me resultan mas largos
desteñidos y estrechos
me duele la imposibilidad,
de ver como la inseguridad  y el miedo
nos fue derrotando
me duele este nuevo viejo hueco
que venia conmigo y que tu revisitaste...

2 comentarios:

David Navarro dijo...

bonito texto, buena tinta, pero es mejor lo que transmite. No sé cuanto valga esto pero me ha encantado. Un saludo, man.

Neural Crash dijo...

Gracias...