viernes, 29 de abril de 2011

...

Me duele que te duela tanto
me duele ser tan ingenuo
como para intentar entender tu dolor.
como si de algo sirviera
como si la vida dependiera de eso
de entender...



Me duele que no estés
me duelen las historias que ahora cuelgan  en la hamaca
fotografías que comienzan a teñirse en pasado sepia

Me duele tu dolor doliéndote en el cuerpo
me duele esa instantánea vejez hirsuta
que mi decisión de retirada te provoca
los surcos que tu rostro forma
para fluir tu llanto
me duelen tus ultimas palabras
de tus ojos grandes para llorarme tanto
me duelen tus manos de niña
tu voz cálida, el recuerdo de la forma en que caminas
me da tristeza ese jugo que dejaste
a medias, la envoltura de ese panecillo que
engulliste triste

Me duele la garganta como cuando era niño
y no era capaz de enunciar palabra
me duele este llanto atragantado
este temblor sin lágrima
ahora soy un alíen que camina sin casa
el auto exilio del país que creamos juntos
me quedo con tu honestidad brutal
que llega al borde donde la dignidad se pierde
tu desnudez hasta el nervio
tanta víscera mezclada con amor y desencanto

tengo la derrota en los pasos
ahora los caminos me resultan mas largos
desteñidos y estrechos
me duele la imposibilidad,
de ver como la inseguridad  y el miedo
nos fue derrotando
me duele este nuevo viejo hueco
que venia conmigo y que tu revisitaste...

sábado, 29 de enero de 2011

Insomnio en automático

Otra vez el insomnio
otra vez el peso  que se ensancha
el algoritmo basura-coladera
en el drenaje de mi espíritu
otra vez el escándalo del ruido


ahora el mundo es esta hamaca llena de fluidos
de historias que se enraízan en el tejido
la semilla no dispuesta
siempre interrumpida


mi deseo siempre lobo
cada vez más solo
cada vez más agudo
cada vez más tonto
cada vez más negro
cada vez más lucido
cada vez más amargo
cada vez más mar
cada vez más viejo
cada vez más solo


Crujen las rodillas
resultado de la búsqueda
caravana hacia este cuerpo
de hurgar entre mis tejidos
entre los nervios
entre los insectos agazapados
en el hueso


La muerte enciende una veladora
lamento fuego para sus vivos
arroja tierra 
terruños casi etéreos 
hacia el desfiladero del futuro
intercambia el frío por el hambre
La muerte es un corrector de estilo...


El deforme es un adepto
encomendado al ciego
al fantasma multiplicado
es un cuadrante que no existe
un byte muerto en la pantalla
del gran computador
vacío bote de hojalata
moneda que no suena
la única sin hambre
es la miseria




mi silencio es el sepulcro
del otro,
una larva en forma de semilla
una contemplación
que cierra el ojo,
un perro lleno de pulgas
que se arroja al fuego,
un grito sordo entre el vaho
asqueroso del planeta,
un tajo de carne
en las fauces de un Krisna,
un aroma dulce que se mezcla
con el mofle de una motoneta,
un miembro lleno de sangre
que se aferra con todas sus fuerzas
en el recoveco húmedo,
un loco que grita mantras
e himnos nacionales.


Una verdad hermosa bailando en la lengua de un payaso...